miércoles, 7 de octubre de 2015

Girl Dreams I - Baladas y recuerdos

Empieza
Es un disco que se repite una y otra vez.
La misma melodía triste que resuena en el silencio.

Es un descubrir un significado,
un nuevo universo.

Y vuelve a empezar...
No me canso, no creo que lo haga algún día.
Me pide que llore y me deshaga de todo lo que siento de una vez.
Pero no puedo. Ahora no. 

Otra vez.
Me pregunto si haré bien escuchando y escuchando la misma melodía.
¿Me llegaré a aburrir a algún día?
O es que de tantas veces que da vueltas es posible que se rompa el disco?
Está relativamente nuevo, una que otra caída pero es nuevo.

No debería.
No debe.

Vamos por la cuarta.
Quiero saber que efectos provoca en mí esa melodía. Sé de algunos.
Pero quiero saber el recuerdo exacto, la idea adecuada, el sentimiento idóneo.

¿Cómo averiguaré aquello?

Quinta.
Cierro los ojos.
Es un dulce caminar. Veo a alguien esperando en la esquina.
¿Quién es? ¿Es a mí a quién espera?

Tengo que seguir haciéndolo. Hay luna llena. No la he visto, pero eso presiento.

Sexta.
Estamos de negro. ¿Qué o quién murió?.
Por qué dije "qué"?

Séptima.
Es un salón, un baile al estilo de cuento de hadas.
Estoy alegre danzando, no tengo la menor idea de con quién, solo sé que me siento realmente bien, como nunca. Es una mezcla de seguridad y confianza. Libertad.
Mucha luz. Es la misma melodía.

Octava.
¿Se romperá el disco?
¿Seré capaz de esperar toda la eternidad para ver si sucede o no?
¿Por qué debería hacerlo?¿Valdrá la pena?

Está la posibilidad de tan sólo disfrutar de la música y olvidarme de lo que podría suceder.
Quisiera poder pensar en eso. No, quisiera poder hacer eso.
Todo sería tan fácil...

Novena.
Tengo la seguridad, que está en la esquina esperándome.
Camino todos los días.
Sobrevivo todos los días,
con la sola idea de que va a estar allí.
Pero la verdad es que, 
quizá nunca llegue a esa esquina.

Décima.
No hay alguien más en el salón.
Estamos solos danzando, él y yo.
Mi vestido es increíble. Nunca lo he visto.
Es de un color melón, diferente. Lo que siempre he deseado.

Y no me canso.
La melodía es una promesa.

Décimo segunda.
Está la posibilidad que él no esté esperándome.
También que ya se halla ido.
Entonces, ¿por qué sigo corriendo?

Décimo tercera.
Me alza hacia la luz y es la oportunidad que tengo para saber quién es...
Lo lograré?
Hay demasiado luz en el salón y no hay alguien más danzando.
Lo lograré.

Décimo cuarta.
¿Qué tanto he prometido?
¿Aquellas palabras fueron válidas?
¿Me han prometido algo?

Décimo quinta.
Tengo fe en que estará allí.
Confío en que siempre va a estar allí.
Así yo me entretenga con quien sea.
Así nunca llegue.
Así me canse e intente rendirme.
Es confianza.

Décimo sexta.
No sabía quién era.
Este sueño lo tuve cuándo tenía 8 - 9 años aproximadamente.
Y siempre me pregunté con quien danzaba.
Y por qué estaba tan feliz, tan sonriente...
Nunca pensé que años más tarde, conocería a esa persona.
Un ángel, hace tiempo me dijo que quizá era un recuerdo implantado.
No lo creo.
En ese tiempo. Yo tenía un diario. Y aún lo conservo, pero sin usarlo ya.
Son demasiadas coincidencias.
Es seguridad.

Penúltima
¿Estoy arrepentida de lo que he vivido hasta ahora?
No.
Sé que volvería a hacer todo lo que he hecho.
Aunque me gustaría no hacer algunas cosas, pero sé que el disco seguirá sonando.
Sé que me seguirá gustando esta melodía.
No quiero esperar tan sólo el día en que deje de sonar, de funcionar.

Última.
No hay última.
Cada vez que quiera dejar de llorar,
que quiera recordar mis sonrisas,
mis sueños, 
mis ideas...

Volveré a colocar el disco.
A escuchar aquella melodía
Perdiéndome en aquel sonido 
que resuena rompiendo al doloroso silencio.


No voy a cambiar de disco, ni de canción.
Es demasiado importante para mi.
Sería como perder gran parte de mi vida.
Soy consciente que he dejado caer muchas veces el disco, y que se ha lastimado.
Pero he tratado de revertir todo, de arreglar las heridas, los raspones...todo.
Pero ya el daño estaba hecho...

También he intentado cambiarlo
Pero no he podido.
Es demasiado importante, ya lo he dicho.
No hay ninguna melodía como aquella.
No existe.

No creo que llegue a cansarme de esto.
No he escuchado la canción solo 18 veces.
La sigo escuchando.
Tarareando.
Sigo danzando
Caminando
Soñando.

Y el disco sigue girando, volviendo a empezar...
haciéndome olvidar mis miedos, mis temores.

Rompiendo con la monotonía...
Rompiendo con el silencio...


Escrito: 13 de Noviembre del 2008.

No hay comentarios:

Publicar un comentario